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domingo, 24 de julio de 2011

LA VICTORIA ESTRATÉGICA

LA VICTORIA ESTRATÉGICA




Esos 74 días desde el Domingo 25 de Mayo de 1958 hasta el Miércoles 6 de Agosto de 1958 fueron derrotados 14 batallones, 443 soldados prisioneros, causadas 1000 bajas y fueron ocupadas 507 armas incluídas dos tanques, 10 morteros, varias bazucas y 12 ametralladoras calibre 30.

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Dos combates de importancia y otras acciones menores han tenido lugar en los frentes 1 y 3 de la Sierra Maestra. Mientras el comandante Juan Almeida informaba que fuerzas rebeldes del frente No. 3 habían derrotado a un batallón de la dictadura, cayendo prisionero el propio jefe, Teniente Coronel Nelson Carrasco Artiles, haciéndole varios prisioneros y ocasionándole 25 bajas, ocupándole 10 armas.

En el frente No. 1 a pocas millas de distancia, se libraba otro combate victorioso contra las fuerzas de la Tiranía, un batallón enemigo estaba acampado en "El Cerro" a 4 kilometres de Estrada Palma fuertemente atrincherado. Después de un estudio minucioso del terreno y la observación cuidadosa de las posiciones enemigas, fuerzas de las columnas No. 1 y 12 apoyados con morteros y ametralladoras pesadas, en las primeras horas del Viernes 27, rodearon el lugar y emplazaron las ametralladoras calibre 50 y los morteros.

A las 11:45 de la noche un mortero 60 y 2 ametralladoras calibre 50 al mando del Capitán Pablo Fornos abrieron fuego sobre el campamento enemigo. Cinco minutos después, a las 11:50 una batería de morteros 81 al mando del Capitán Pedro Miret a solo 240 metros de las posiciones enemigas abrió fuego iniciando un barraje de morteros sobre el cuadro de 150 metros de fondo por 100 de ancho, donde el batallón enemigo estaba situado.

Durante una hora completa los morteros 81 estuvieron funcionando, 54 obuses cayeron en el campamento, las casas de campaña, el puesto de mando y cuanta instalación se encontraba allí volaron, a las 12 y 50 minutos de la madrugada, 2 pelotones de infantería rebelde, al mando del Comandante Eduardo Sardinas, lanzaron luces de bengala para avisar a los morteros sus posiciones. Tan cerca estaban rebeldes y soldados que podían verse las caras a la luz de las detonaciones. Allí descargaron sus armas automáticas sobre la guarnición enemiga.

Las tropas de la dictadura lucharon desesperadamente, para evitar que el campamento cayera en manos rebeldes, que disponía para su defensa de ametralladoras 50, morteros y cañones, la luna era clara y la aviación vino en su ayuda, desde Estrada Palma, los tanques Sherman, de la dictadura acampados en el Central disparaban sus gruesos cañones pero no se movió una sola tropa de refuerzo para auxiliar al batallón cercado. En vista de que el enemigo permanecía paralizado toda la noche sin hacer movimiento alguno de tropas, al amanecer nuestras tropas regresaron a las montanas.

Cinco combatientes nuestros murieron heroicamente, cuando el Comandante Eduardo Sardiñas avanzo hasta las mismas líneas enemigas.

El sábado un helicóptero grande de la dictadura, bajo 6 veces a recoger heridos por informes que nos llegan, el enemigo sufrió 77 bajas entre muertos y heridos, en estos casos los datos son difíciles de precisar.

Los muertos rebeldes fueron Teniente Raúl Verdecía, Teniente Arturo Vázquez, soldado Juan Sardinas, soldado Ramón Ibarra y soldado Miguel López, estos murieron frente a la trinchera enemiga, sus armas y los cadáveres de 3 de ellos fueron recogidos bajo el fuego de las ametralladoras enemigas antes del amanecer.

Merecen especial mención por su bravura y la de sus hombres a su mando, el Comandante Eduardo Sardiñas y la tropa a su mando forman la columna No. 12 "Simón Bolívar", fue el oficial y los soldados que más combatieron en la Sierra Maestra en la última ofensiva a la dictadura.

Era solo un pelotón cando se inicio la primera batalla victoriosa de Santo Domingo, con menos de 20 hombres destruyo la vanguardia enemiga, apoderándose de sus armas automáticas con las cuales persiguieron el combate.

Después de aquella acción participaron en todos los combates que se libraron con posterioridad. En Merino, en El Jigue, en la segunda batalla de Santo Domingo, en Providencia y en la de Las Mercedes.

En Santo Domingo, ocuparon mas de 50 armas; en Merino, ocuparon las armas completas del enemigo; durante la batalla, del Jigue junto con fuerzas de los comandantes Cuevas y Paz, muertos valiosamente, destruyeron la Compañía G-4, del batallón No. 18 y la compañía L que era una de las mejores unidades de la tiranía. En Santo Domingo, durante la segunda batalla y con las tropas del Comandante Guillermo García de la Columna No. 3 derrotaron al Teniente Coronel Sánchez Mosquera y lo pusieron a el personalmente al borde de la muerte.

En el combate del Cerro también se distinguió por su valor el Capitán Pedro Miret, causante de la gran cantidad de bajas ocasionadas al enemigo.

El pelotón de mujeres rebeldes "Mariana Grajales" auxiliares del cuerpo de Sanidad Militar, soporto firmemente sin moverse de sus posiciones los cañoneos de los tanques Sherman, ayudando eficazmente en las mismas trincheras al cuerpo Medico Rebelde. Este es uno de los combates donde hubo más precisión, más coordinación entre las distintas armas rebeldes.

Coda día se evidencia mas, la superioridad táctica y estratégica de los rebeldes, sobre las descontentas y desorganizadas tropas de la Tiranía, que no obstante contar con aviones, tanques y todos los recursos modernos, empleándolo todo, incluso gases asfixiantes, pierden mas territorio, más hombres y más armas.

Solo los ciegos podrían dejar de ver que la revolución crece y se hace fuerte en progresión geométrica. Ilusos los que se imaginan que hay para la tiranía salvación posible. Aunque le entregara el poder a la oposición falsa y vendida, que hace su campana oportunista con el dinero que les da el dictador.

La farsa vergonzosa que se prepara para el 3 de Noviembre debe ser ya, para agravar su desesperada y terrible situación. Poco tiempo les quedara a sus pobres soldados para recoger cedulas y rellenar urnas pues apenas les alcanza ya para respirar. Una guerra a fondo y terrible en todas partes y a todas horas les espera. La derrota de 2 batallones y la prisión de un Teniente Coronel en el lapsus de 48 horas, debieran decir algo y abrirle los ojos a la realidad a los 14 batallones derrotados, los 400 prisioneros, las 800 bajas y las 507 armas ocupadas en solo 36 días en la Sierra Maestra.

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