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viernes, 3 de agosto de 2012

PALABRAS DE FIDEL AL VISITAR LA TUMBA DE CHIBÁS EL 16 DE ENERO DE 1959.




(EXTRACTO)



FACIL es comprender nuestra emoción junto a esta tumba tan llena de recuerdos. Los sentimientos son encontrados. Muchas veces habíamos venido aquí después del 16 de agosto de 1951, antes y después del 10 de marzo. ¡Y por cuan diversas etapas hemos pasado!



Aquel 16 de agosto, la apoteosis del martirio; aquella muchedumbre inmensa que acompalió su féretro hasta este lugar donde descansa desde entonces; aquellos meses que fueron de esperanza, porque aunque nos faltaba el líder, nos quedaba su fuerza, su prestigio, su pueblo.



Y aquel 16 de marzo de 1952, seis días después del golpe traidor, cuando por segunda vez se reunió también frente a esta tumba mucho pueblo. Me parece estar presenciando aquella tarde. Era la angustia mezclada con la indignación, la impotencia mezclada con el ansia de luchar. Veo aquí muchas caras conocidas, las mismas caras que fueron siempre leales a esta tumba. Los mismos y las mismas que siempre mantuvieron flores frescas en este santuario de la dignidad nacional. ¡Cómo no recordar aquellos días en que veíamos a los hombres y sobre todo a las mujeres, que siempre fueron las más leales en el recuerdo a Eduardo Chibás, porque eran siempre las mismas, las mismas de la CMQ, las -mismas del cementerio, las mismas de Prado 109, golpeadas, perseguidas, insultadas y vejadas por los esbirr9s de la tiranía!



La historia de la Revolución, la historia del 26 de julio, está intimamente ligada a la historia de esta tumba. Porque debo decir aquí que sin la prédica de Eduardo Chibás, sin lo que hizo Eduardo Chibás, sin el civismo y la rebeldía que despertó en la juventud cubana, el 26 de julio no hubiera sido posible.



El 26 de julio fue, pues, la continuación de la obra de Chibás, el cultivo de la semilla que él sembró en nuestro pueblo. Eduardo Chibás, no nos había abandonado, Eduardo Chibás estaba con el pueblo. Su obra estaba latente en el corazón del pueblo y sobre esa base se edificó la revolución triunfante.



¡Eduardo Chibás, seguimos fieles a tus ideales! ¡Eduardo Chibás, juramos cumplir tu obra y nunca te traicionaremos! ¡Eduardo Chibás, tú combatías el peculado y ya no hay peculado; combatías la politiquería, y ya no hay politiquería; combatías la corrupción administrativa y ya no hay corrupción administrativa; combatías el vicio, la botella, el privilegio, el despotismo, y ya no hay vicio, ni botella, ni privilegio ni despotismo! ¡Eduardo Chibás, tú combatías la fuerza y, ya no hay fuerza; tú combatías a Batista y ya no hay Batista!



¡Eduardo Chibás, por primera vez desde tu muerte, tu pueblo vuelve a estar alegre!



¡Eduardo Chibás, por primera vez desde tu muerte, tu pueblo vuelve a ser feliz!



¡Es la obra que tú sembraste, que tú iniciaste, y que siguieron en tu camino, tu compañero Pelayo Cuervo, tu compañero Juan Manuel Márquez, tu compañero Raúl de Aguiar, tus compañeros que en número interminable, compañeros del partido -que tú fundaste-, cayeron junto con hombres de otros partidos, porque tu causa, tu idea, dejó de ser la causa y la idea de un partido para convertirse en la causa, en la idea y la ilusión de todo el pueblo!



¡Eduardo Chibás, tu último aldabonazo ha resonado por fin !!!









GRUPO DE HISTORIA DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA EN VILLACLARA (ACRC)





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